ATLETISMO, UN DEPORTE DE SUPERACIÓN

Puede considerarse, un deporte tonto o tal vez de aquellos aburridos que “saben correr”, “bah que gracia tiene saltar, lanzar, correr… Si es un aburrimiento” yo pienso que la ignorancia se adueña de todos aquellos que no ven lo bonito del deporte.

Para la gente que de verdad lo siente el simple hecho de correr es gloria. Es cuando desconectas totalmente del mundo, de todos los problemas que se puedan llegar a tener, sentirse libre… En el momento que mis pies pisan el tartán, el sacrificio y sudor de los entrenamientos pasa a llamarse rabia, nervios, concentración… querer mejorar uno mismo, querer ganar al único rival que existe, el tiempo. El juez levanta la pistola, a sus puestos, Listos... ¡PUM! La mente se paraliza, se queda en blanco, empiezo a estar en otro mundo llamado pista, y allí empieza la lucha, y ver que lo consigues, es crecer como no solo como atleta, sino también crecer como persona.

El atletismo es todo un mundo, un nuevo planeta por descubrir, que pocas personas han entrado en él. El atletismo es inexistente para muchas personas, mejor dicho para la mayoría, pero las personas que hemos formado parte de él, lo sentimos, disfrutamos, somos los habitantes de este minúsculo planeta. Por eso para mí la expresión “Correr por Correr” no existe, correr es saber disfrutar.

De vez en cuando, la gente me dice "No te pongas así, es sólo atletismo”. Ellos no entienden la distancia recorrida, el tiempo empleado, o las horas involucradas. Algunos de mis momentos de más orgullo se han realizado con él. Han pasado muchas horas y mi única compañía ha sido el atletismo, mi momento más triste ha sido provocado por el atletismo, y no por una derrota, sino por la pérdida de un compañero, haciendo lo que a él más le gustaba, y lo que los dos compartíamos (Samuel Navarro Rojas 09/03/2010) y en esos días de oscuridad el único hecho de saltar, lanzar o correr me dio felicidad y comodidad. Así pues, la próxima vez que escuches decir la frase es “Sólo atletismo” sólo sonríe, porque ellos “sólo no entienden”.

Están los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo, y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas… Convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren, pero no se quejan porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio termina pero hay algo que nunca desaparecerá, la satisfacción de haberlo logrado. En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos, en sus venas corre la misma sangre, lo que los hace diferentes es su espíritu, la determinación es alcanzar la cima, una cima que no se alcanza superando a los demás, sino superándose a uno mismo.

Samuel Navarro Rojas

“El dolor es pasajero, el orgullo es eterno”